jueves, 29 de diciembre de 2011

irse

irse de una ciudad es complicado, es muy sencillo, es algo así como dejarse caer, estar cayendo, de pronto te despiertas un día y dices ya estoy aquí, por fin se obró el cambio, y a empezar de nuevo a hacer las calles, a hacer los rostros, los nombres de los vecinos, los camareros, encontrar tu café favorito, la línea de puntos que te lleva de aquí a allí, los barrios donde pasan cosas, las vistas desde tu nuevo hogar, me pregunto cómo será el sonido de mi nueva casa a las 23:37 h de la noche, cómo será la luz por las mañanas, cómo será ducharse antes de salir, cómo las siestas, cómo el desayuno de los sábados, me pregunto si quedaré los viernes con alguien, si los cines, los conciertos, si la gente, dónde habrá un buen médico, dónde podré comprar el detergente, con quién me gustará charlar en las barras de los bares, a quién llamaré cuando esté solo. Los últimos días antes de marcharte son días sin estructura, días disueltos, de vez en cuando pones lavadoras, guardas cosas, tiras toda la mierda, te das cuenta de que tienes decenas de prendas de ropa que no utilizas, llenar armarios para nada, meterle peso al hogar, ropa de cama, toallas, tienes que amortiguar los golpes, mantas, papeles, revistas. Lo más duro es saber que en realidad solo necesitas una maleta y sin embargo contratas una empresa de mudanzas porque no sabes vivir de otra manera. Pero estoy aprendiendo. Lo juro.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cirugía para quiste del epidídimo


















COLEGIO: El orden de los paraguas en el pasillo 
y el olor a barro. No aprendí más. 
Isabel Bono

 

copio lo que veo y oigo,
corremos para,
buscamos cosas para,

esta ficha ha sido redactada por la Asociación Francesa de Urología
le ha sido entregada después de una consulta de urología
y está destinada a ayudarle a comprender mejor la información
que le proporcionó su urólogo

la tristeza se reconoce fácilmente por la ausencia de muebles,
se reconoce por el sonido de la arena del gato
y la lavadora con ropa de color,
con bragas, con camisetas rotas

el epidídimo es un tubo estrecho y alargado
situado en la parte posterior-superior del testículo
que conecta los conductos deferentes al reverso de cada testículo,
sacamos tickets,
pedimos la vez,
quiero recibir mails
y no abrir el ordenador doscientas veces para nada

son los 34 años sobre el mundo
tomando postres y litros de coca cola,
diciendo todo está perdido, ya pasó tu momento,
para qué intentar desarrollar abdominales,
para qué trabajar la resistencia,
la intervención quirúrgica está destinada a retirar
un quiste con contenido líquido situado en el escroto,
es normal perder el aliento al subir varios tramos de escalera

inspecciono mi cuerpo,
confirmo su dureza, su color,
cada célula en su sitio,
el muslo, el glande,
que no haya sobresaltos, la vida que sigue,
la salud que se mantiene con un poco de deporte
y libros de autoayuda

en la mayoría de los casos se trata de un quiste único
pero pueden existir varios quistes dentro de un mismo epidídimo

te preocupaba la ciudad
los traumatólogos,
los hospitales,
los practicantes,
las farmacias,
los bares para tomar café con leche,
cosas que no entendías,
coger saltamontes, grillos,
tirarle piedras al mundo,
el miedo era a morir,
era a la dermatitis,
era a las inyecciones para el reuma,
era al dentista,
ducharse demasiado no era bueno,
montabas en metro con tu madre,
ella conocía la ciudad, sabía girar a la derecha,
tú simplemente mirabas por las rendijas de las puertas,
ella cogía la línea azul

la falta de tratamiento de este tumor benigno
le expone al riesgo de aumento de volumen del escroto

entender las películas en blanco y negro,
apreciar eso de la fotografía, eso de los planos,
eso que te hace quedar bien en la sobremesa,
calcular sumas y restas sin pensar,
el mínimo común múltiplo, los números primos,
la zona operatoria se afeita y desinfecta antes de la intervención,
la paciencia de sentarte en los escalones de una iglesia
y ver qué pasa

se efectúa una pequeña incisión a nivel del escroto,
después de verificar el testículo subyacente,
por ejemplo subir sin ascensor 33 pisos,
por ejemplo dormir 4 horas cada noche,
que la energía en mi cuerpo fuera algo así
como metal de cuchara,
madera de pupitre,
algo así como el verde intenso de un rotulador,
se saca el quiste abriendo el envoltorio del epidídimo
y se efectúa una disección muy próxima a la pared del quiste,
los portátiles sobre las mesas,
tipos a los que les quedan bien los pantalones,
y los suéteres,
quiero vestir como ellos,
me voy de compras, quiero eso y eso y eso,
también zapatos,
a lo mejor es el gimnasio, la natación,
a lo mejor es la cerveza

en los casos poco comunes de quistes múltiples del epidídimo
el cirujano puede verse forzado a retirar una parte o todo el epidídimo,
tumbarme en un cesto lleno de ropa,
tumbarme sobre el cuerpo de una ballena,
ser como un actor famoso, como un pintor famoso
y que mi vida brille en la oscuridad



Nota: partes de este poema nacen de fragmentos de posts de la serie cosas que quiero hacer. Esto, por definición, es Gluts. 

lunes, 5 de diciembre de 2011

no quiero hacer


No me apetece hacer nada, no me apetece leer, no me apetece escribir (además me siento totalmente estúpido cuando escribo, escribo peor que alguien que se cree que para escribir literatura hay que intentar escribir literatura, joder, me cago en la puta literatura). No me apetece ver la tele, no me apetece lavarme los dientes, no me apetece cocinar, no me apetece irme a la cama, no me apetece levantarme por las mañanas, no me apetece hacer deporte. Puede que esto sea estar deprimido, sin embargo no siento el terror nocturno de otras veces, no siento el pánico de otras veces, no siento el dolor, el escozor, no siento el miedo, no siento nada. Hace unos días estaba triste, lo sabía, caminaba mirando al suelo y sabía que estaba triste. La tristeza se reconoce fácilmente por el color, por el ángulo, se conoce por el sonido de la arena del gato y la lavadora con ropa de color. Con bragas, con camisetas rotas. Después de la tristeza ha llegado esto. Te sientes mal porque no sabes qué hacer con este tiempo muerto, juegas en modo online a Uncharted 3, pero eres torpe, no tienes la juventud necesaria para estar 5 horas al día perfeccionando movimientos, apuntando, no sé qué botón pulsar para cambiar de arma. No sé qué botón pulsar para que esto no me mate.

domingo, 4 de diciembre de 2011

vuelvo de Mercadona y me doy cuenta de que todo lo que compro está envuelto en bolsitas de plástico


Va pasando tu vida, que son los 34 años sobre el mundo tomando postres y litros de coca cola, diciendo todo está perdido, ya pasó tu mejor momento, para qué intentar desarrollar abdominales, para qué trabajar la resistencia, ya es normal perder el aliento al subir las escaleras. Pienso en la salud, pienso en la alimentación, pienso en la energía que hay que obtener de los nutrientes. La pureza de la fruta brillante, las manzanas llenas de luz, ir al árbol, coger moras, poder tocar directamente las patatas con las manos para quitarles la tierra. Hoy he ido a Mercadona para llenar la nevera. La nevera es vida, es el armario blanco de las latas de cerveza frías. Busco en los pasillos de Mercadona ese milagro natural que es la comida, la vitamina, el oligoelemento esencial, el mineral, el calcio, quiero morder en lo más puro de los corazones de manzana, pero las manzanas vienen en bandejas de poliestireno envueltas en plástico, las naranjas para zumo vienen en redes, los plátanos de Canarias vienen en bolsas de plástico, igual que los tomates cherry, igual que las barras de pan, igual que los filetes de ternera, igual que las espinacas, igual que las zanahorias, hasta un alimento impuro como son las madalenas vienen envueltas individualmente con su plastiquito. Dónde está el contacto íntimo del hombre con su comida, dónde queda eso que fuimos, nosotros éramos trashumantes, éramos recolectores, éramos gente en forma, fibrosa, hambrienta. Ahora me gustaría cazar un ciervo y comérmelo, desayunar agua de río y ciruelas, me gustaría creer que aun me quedan cosas importantes por hacer y alimentarme en condiciones. Tal vez la vida aun me sorprenda. Tal vez, algún día, pueda comer las uvas directamente de la parra.

sábado, 3 de diciembre de 2011

cosas que quiero hacer 7


En el número de diciembre de la revista Tendencias Fashionmag, un modelo de 23 años dice que le gustaría ganar el suficiente dinero como para construirse una casa en algún lugar. Construirse una casa desde cero tiene que molar. A mí me gustan las líneas rectas, el color blanco, las ventanas enormes, lo que me gusta me hace feliz, ganar dinero y construirse una casa en algún lugar seguro  es algo que te hace feliz por lo menos durante 3 ó 4 meses sin descanso. Quiero una cocina industrial, quiero que se vean los tubos de ventilación por el techo. ¿Suelos de parqué o de cemento pulido? ¿Qué forma tendría mi casa por fuera? Los muebles no tienen por qué ser de los más caros, primero porque puede que me canse rápido de algunos y los quiera cambiar, segundo porque en realidad no quiero más que los muebles imprescindibles, quiero que mi casa y yo podamos relacionarnos sin cosas por en medio, tener más sofás de la cuenta es una irresponsabilidad. Lo que está clarísimo, es que quiero que la casa tenga uno o varios amigos dentro cada día. La felicidad se comparte, mi casa se comparte, la nevera debe ser grande para que quepan muchas coca colas y cervezas, la despensa también, la felicidad puede consistir en invitar a tus amigos a mejillones y bolsas de patatas, si no tienes a nadie a quien amar dentro de la casa, la felicidad se pudre y te sienta peor que un jarrón como elemento decorativo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

cosas que quiero hacer 6

Ayer echaron Amadeus en la tele, confutatis maledictis, flammis acribus addictis, Mozart en la cama, medio muerto, componiendo su misa de réquiem con ayuda de Salieri, voca me cum benedictis, oro supplex et acclinis. Antonio Salieri, gracias a wikipedia sé que estudió violín con Giuseppe Tartini y se consagró en el panorama musical de la época con la ópera L'Europa riconosciuta. Salieri es el mediocre y Mozart el genio, Salieri es gilipollas y Mozart el genio, Salieri tuvo fama, dinero, pianos y zapatos de charol, Mozart se drogaba y sudaba mientras componía lo que ahora son obras maestras y en su tiempo simplemente eran óperas resultonas, divertimentos, juegos, caprichos, pizzicatos, y polvos. Nos afligimos por Salieri y decimos, joder con Mozart, qué puto genio. ¿Cómo se pasa de Salieri a Mozart? ¿Qué hay que hacer? Si pudiera elegir, en su momento yo habría querido ser Salieri, y que le dieran por culo a Mozart. Salieri vivía mejor, era un funcionario de la música, Mozart era el genio atormentado que murió pronto, el genio que destruye, que consume, la absoluta brillantez que deja ciego y vuelve loco, que te adelgaza hasta casi desaparecer para que solamente quede la obra, la creación que es el hágase la luz, cor contritum quasi cinis, gere curam mei finis. Sin embargo ahora solamente escucho a Mozart, de Salieri no he oído nada, Mozart escribió en el siglo XVIII una misa universal y atemporal, la misa perfecta para preparar el desayuno de los sábados, Mozart medio muerto en la cama y yo con el tazón de cereales 250 años después, Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, dona eis requiem sempiternam. El desayuno de los sábados y el periódico de los domingos. No hay nada en el mundo que me apetezca más hacer. Hosanna in excelsis.