jueves, 29 de diciembre de 2011

irse

irse de una ciudad es complicado, es muy sencillo, es algo así como dejarse caer, estar cayendo, de pronto te despiertas un día y dices ya estoy aquí, por fin se obró el cambio, y a empezar de nuevo a hacer las calles, a hacer los rostros, los nombres de los vecinos, los camareros, encontrar tu café favorito, la línea de puntos que te lleva de aquí a allí, los barrios donde pasan cosas, las vistas desde tu nuevo hogar, me pregunto cómo será el sonido de mi nueva casa a las 23:37 h de la noche, cómo será la luz por las mañanas, cómo será ducharse antes de salir, cómo las siestas, cómo el desayuno de los sábados, me pregunto si quedaré los viernes con alguien, si los cines, los conciertos, si la gente, dónde habrá un buen médico, dónde podré comprar el detergente, con quién me gustará charlar en las barras de los bares, a quién llamaré cuando esté solo. Los últimos días antes de marcharte son días sin estructura, días disueltos, de vez en cuando pones lavadoras, guardas cosas, tiras toda la mierda, te das cuenta de que tienes decenas de prendas de ropa que no utilizas, llenar armarios para nada, meterle peso al hogar, ropa de cama, toallas, tienes que amortiguar los golpes, mantas, papeles, revistas. Lo más duro es saber que en realidad solo necesitas una maleta y sin embargo contratas una empresa de mudanzas porque no sabes vivir de otra manera. Pero estoy aprendiendo. Lo juro.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cirugía para quiste del epidídimo


















COLEGIO: El orden de los paraguas en el pasillo 
y el olor a barro. No aprendí más. 
Isabel Bono

 

copio lo que veo y oigo,
corremos para,
buscamos cosas para,

esta ficha ha sido redactada por la Asociación Francesa de Urología
le ha sido entregada después de una consulta de urología
y está destinada a ayudarle a comprender mejor la información
que le proporcionó su urólogo

la tristeza se reconoce fácilmente por la ausencia de muebles,
se reconoce por el sonido de la arena del gato
y la lavadora con ropa de color,
con bragas, con camisetas rotas

el epidídimo es un tubo estrecho y alargado
situado en la parte posterior-superior del testículo
que conecta los conductos deferentes al reverso de cada testículo,
sacamos tickets,
pedimos la vez,
quiero recibir mails
y no abrir el ordenador doscientas veces para nada

son los 34 años sobre el mundo
tomando postres y litros de coca cola,
diciendo todo está perdido, ya pasó tu momento,
para qué intentar desarrollar abdominales,
para qué trabajar la resistencia,
la intervención quirúrgica está destinada a retirar
un quiste con contenido líquido situado en el escroto,
es normal perder el aliento al subir varios tramos de escalera

inspecciono mi cuerpo,
confirmo su dureza, su color,
cada célula en su sitio,
el muslo, el glande,
que no haya sobresaltos, la vida que sigue,
la salud que se mantiene con un poco de deporte
y libros de autoayuda

en la mayoría de los casos se trata de un quiste único
pero pueden existir varios quistes dentro de un mismo epidídimo

te preocupaba la ciudad
los traumatólogos,
los hospitales,
los practicantes,
las farmacias,
los bares para tomar café con leche,
cosas que no entendías,
coger saltamontes, grillos,
tirarle piedras al mundo,
el miedo era a morir,
era a la dermatitis,
era a las inyecciones para el reuma,
era al dentista,
ducharse demasiado no era bueno,
montabas en metro con tu madre,
ella conocía la ciudad, sabía girar a la derecha,
tú simplemente mirabas por las rendijas de las puertas,
ella cogía la línea azul

la falta de tratamiento de este tumor benigno
le expone al riesgo de aumento de volumen del escroto

entender las películas en blanco y negro,
apreciar eso de la fotografía, eso de los planos,
eso que te hace quedar bien en la sobremesa,
calcular sumas y restas sin pensar,
el mínimo común múltiplo, los números primos,
la zona operatoria se afeita y desinfecta antes de la intervención,
la paciencia de sentarte en los escalones de una iglesia
y ver qué pasa

se efectúa una pequeña incisión a nivel del escroto,
después de verificar el testículo subyacente,
por ejemplo subir sin ascensor 33 pisos,
por ejemplo dormir 4 horas cada noche,
que la energía en mi cuerpo fuera algo así
como metal de cuchara,
madera de pupitre,
algo así como el verde intenso de un rotulador,
se saca el quiste abriendo el envoltorio del epidídimo
y se efectúa una disección muy próxima a la pared del quiste,
los portátiles sobre las mesas,
tipos a los que les quedan bien los pantalones,
y los suéteres,
quiero vestir como ellos,
me voy de compras, quiero eso y eso y eso,
también zapatos,
a lo mejor es el gimnasio, la natación,
a lo mejor es la cerveza

en los casos poco comunes de quistes múltiples del epidídimo
el cirujano puede verse forzado a retirar una parte o todo el epidídimo,
tumbarme en un cesto lleno de ropa,
tumbarme sobre el cuerpo de una ballena,
ser como un actor famoso, como un pintor famoso
y que mi vida brille en la oscuridad



Nota: partes de este poema nacen de fragmentos de posts de la serie cosas que quiero hacer. Esto, por definición, es Gluts. 

lunes, 5 de diciembre de 2011

no quiero hacer


No me apetece hacer nada, no me apetece leer, no me apetece escribir (además me siento totalmente estúpido cuando escribo, escribo peor que alguien que se cree que para escribir literatura hay que intentar escribir literatura, joder, me cago en la puta literatura). No me apetece ver la tele, no me apetece lavarme los dientes, no me apetece cocinar, no me apetece irme a la cama, no me apetece levantarme por las mañanas, no me apetece hacer deporte. Puede que esto sea estar deprimido, sin embargo no siento el terror nocturno de otras veces, no siento el pánico de otras veces, no siento el dolor, el escozor, no siento el miedo, no siento nada. Hace unos días estaba triste, lo sabía, caminaba mirando al suelo y sabía que estaba triste. La tristeza se reconoce fácilmente por el color, por el ángulo, se conoce por el sonido de la arena del gato y la lavadora con ropa de color. Con bragas, con camisetas rotas. Después de la tristeza ha llegado esto. Te sientes mal porque no sabes qué hacer con este tiempo muerto, juegas en modo online a Uncharted 3, pero eres torpe, no tienes la juventud necesaria para estar 5 horas al día perfeccionando movimientos, apuntando, no sé qué botón pulsar para cambiar de arma. No sé qué botón pulsar para que esto no me mate.

domingo, 4 de diciembre de 2011

vuelvo de Mercadona y me doy cuenta de que todo lo que compro está envuelto en bolsitas de plástico


Va pasando tu vida, que son los 34 años sobre el mundo tomando postres y litros de coca cola, diciendo todo está perdido, ya pasó tu mejor momento, para qué intentar desarrollar abdominales, para qué trabajar la resistencia, ya es normal perder el aliento al subir las escaleras. Pienso en la salud, pienso en la alimentación, pienso en la energía que hay que obtener de los nutrientes. La pureza de la fruta brillante, las manzanas llenas de luz, ir al árbol, coger moras, poder tocar directamente las patatas con las manos para quitarles la tierra. Hoy he ido a Mercadona para llenar la nevera. La nevera es vida, es el armario blanco de las latas de cerveza frías. Busco en los pasillos de Mercadona ese milagro natural que es la comida, la vitamina, el oligoelemento esencial, el mineral, el calcio, quiero morder en lo más puro de los corazones de manzana, pero las manzanas vienen en bandejas de poliestireno envueltas en plástico, las naranjas para zumo vienen en redes, los plátanos de Canarias vienen en bolsas de plástico, igual que los tomates cherry, igual que las barras de pan, igual que los filetes de ternera, igual que las espinacas, igual que las zanahorias, hasta un alimento impuro como son las madalenas vienen envueltas individualmente con su plastiquito. Dónde está el contacto íntimo del hombre con su comida, dónde queda eso que fuimos, nosotros éramos trashumantes, éramos recolectores, éramos gente en forma, fibrosa, hambrienta. Ahora me gustaría cazar un ciervo y comérmelo, desayunar agua de río y ciruelas, me gustaría creer que aun me quedan cosas importantes por hacer y alimentarme en condiciones. Tal vez la vida aun me sorprenda. Tal vez, algún día, pueda comer las uvas directamente de la parra.

sábado, 3 de diciembre de 2011

cosas que quiero hacer 7


En el número de diciembre de la revista Tendencias Fashionmag, un modelo de 23 años dice que le gustaría ganar el suficiente dinero como para construirse una casa en algún lugar. Construirse una casa desde cero tiene que molar. A mí me gustan las líneas rectas, el color blanco, las ventanas enormes, lo que me gusta me hace feliz, ganar dinero y construirse una casa en algún lugar seguro  es algo que te hace feliz por lo menos durante 3 ó 4 meses sin descanso. Quiero una cocina industrial, quiero que se vean los tubos de ventilación por el techo. ¿Suelos de parqué o de cemento pulido? ¿Qué forma tendría mi casa por fuera? Los muebles no tienen por qué ser de los más caros, primero porque puede que me canse rápido de algunos y los quiera cambiar, segundo porque en realidad no quiero más que los muebles imprescindibles, quiero que mi casa y yo podamos relacionarnos sin cosas por en medio, tener más sofás de la cuenta es una irresponsabilidad. Lo que está clarísimo, es que quiero que la casa tenga uno o varios amigos dentro cada día. La felicidad se comparte, mi casa se comparte, la nevera debe ser grande para que quepan muchas coca colas y cervezas, la despensa también, la felicidad puede consistir en invitar a tus amigos a mejillones y bolsas de patatas, si no tienes a nadie a quien amar dentro de la casa, la felicidad se pudre y te sienta peor que un jarrón como elemento decorativo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

cosas que quiero hacer 6

Ayer echaron Amadeus en la tele, confutatis maledictis, flammis acribus addictis, Mozart en la cama, medio muerto, componiendo su misa de réquiem con ayuda de Salieri, voca me cum benedictis, oro supplex et acclinis. Antonio Salieri, gracias a wikipedia sé que estudió violín con Giuseppe Tartini y se consagró en el panorama musical de la época con la ópera L'Europa riconosciuta. Salieri es el mediocre y Mozart el genio, Salieri es gilipollas y Mozart el genio, Salieri tuvo fama, dinero, pianos y zapatos de charol, Mozart se drogaba y sudaba mientras componía lo que ahora son obras maestras y en su tiempo simplemente eran óperas resultonas, divertimentos, juegos, caprichos, pizzicatos, y polvos. Nos afligimos por Salieri y decimos, joder con Mozart, qué puto genio. ¿Cómo se pasa de Salieri a Mozart? ¿Qué hay que hacer? Si pudiera elegir, en su momento yo habría querido ser Salieri, y que le dieran por culo a Mozart. Salieri vivía mejor, era un funcionario de la música, Mozart era el genio atormentado que murió pronto, el genio que destruye, que consume, la absoluta brillantez que deja ciego y vuelve loco, que te adelgaza hasta casi desaparecer para que solamente quede la obra, la creación que es el hágase la luz, cor contritum quasi cinis, gere curam mei finis. Sin embargo ahora solamente escucho a Mozart, de Salieri no he oído nada, Mozart escribió en el siglo XVIII una misa universal y atemporal, la misa perfecta para preparar el desayuno de los sábados, Mozart medio muerto en la cama y yo con el tazón de cereales 250 años después, Agnus Dei, qui tollis peccata mundi, dona eis requiem sempiternam. El desayuno de los sábados y el periódico de los domingos. No hay nada en el mundo que me apetezca más hacer. Hosanna in excelsis.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

cosas que quiero hacer 5

Quiero recibir mails y no abrir el ordenador doscientas veces para nada, recibir mails con noticias buenas, con premios, con felicitaciones, con la novedad que es lo que hace que me entren ganas de correr 20 minutos al día, agua mineral en la nevera, quiero volver corriendo en los descansos y sentarme en el banquillo sin que me duelan los músculos, mis huesos, mis discos intervertebrales como nuevos, quiero el sol por la ventana los domingos, quiero ir a trabajar descalzo, empujar el bote y remar, quiero decir que mires a la cámara, que sonrías, vas a comerte el mundo, te lo vas a comer, qué haces cuando salgas? quiero ser enterrador, utilizar la pala, decir amén padre, amén, y darme la vuelta a toda prisa porque llueve, quiero ir a un café a hablar, sentarme junto a la barra, la barra del café es la verdad, es la suerte de poder llegar más tarde a casa, hablar, soltarlo todo, hacer la digestión, aclararme la voz y las ideas. Quiero ser como un actor famoso, como un pintor famoso, quiero ser como Mozart, quiero ser como Jerry Maguire.

martes, 29 de noviembre de 2011

cosas que no he querido hacer

Aclararme la voz. Todo se va quedando vacío, quiero decir la casa, quiero decir los armarios, el cuadro de la pared, algunos cajones. Cada día soy más delgado e inseguro, una camisa menos, el cesto de la ropa sucia por la mitad, la mesita de noche completamente limpia. Qué se supone que hago ahora. Cortar la luz, el agua, el gas, limpiar bien el suelo con pelos y arena de gato, entrar en las habitaciones y mirar cómo me voy quedando solo, cómo la mudanza empieza sin mí, los destornilladores, los libros de arte. Tapar con aguaplás los agujeros es como entablillarte un brazo, ya nada quedará exactamente como estaba, es la desnutrición, andar por la calle mirando al suelo, creo que nunca he mirado tanto al suelo, pero mirar al suelo es la forma que tenemos de vivir con los pies fríos, quiero decir sin fuerza, quiero decir con un fuerte dolor en la zona lumbar.

lunes, 28 de noviembre de 2011

cosas que quiero hacer 4

 Quiero tomar lácteos, azúcar, huevos, hamburguesas y pan de molde, quiero comprar ropa en Zara para ir a pasear por los pasillos, quiero el perfume Dolce & Gabana de esa chica rubia de la tele, love love love, quiero un vestido blanco, quiero el frigorífico lleno de yogur activia de Danone, quiero unas medias de lana para dormir, un sombrero de paja en el desierto, quiero un descapotable con seguro a todo riesgo, quiero vivir en lo más alto de una torre de tres plantas, mirar por la ventana y ver la luz y chimeneas, y un hospital civil, y el ruido de los coches, y una iglesia roja y amarilla, quiero unos dientes luminosos para sonreír mientras hago posturitas, quiero que mi vida brille en la oscuridad, quiero viajar en tren constantemente, de aquí a allí, conocer el mundo desde la ventanilla, quiero meterme en la cama y dormir de golpe, sin pensar, quiero tener un gato, llamarlo Rodolfo y decir miau, el gato al sol, el gato cortándose las uñas, la alergia del gato porque suelta pelo, quiero que alguien me diga lo que hay que hacer en estos casos.

domingo, 27 de noviembre de 2011

cosas que quiero hacer 3

 Eso de casarse y tener hijos, cómo es eso de casarse, rasca y gana. Quiero tener un hijo azul como un pitufo que le diga a su abuelo que le compre una escopeta, un hijo que trepe las fachadas de ladrillos y le pegue patadas a las mascotas y a las muñecas de su hermana. Quiero llegar muy tarde a casa y que mi hijo se esconda en su dormitorio porque me tiene miedo, quiero beber vino mientras veo la tele y mi mujer me hace la cena, mujer, hazme la cena, y mi hijo, mujer, dónde está ese niño azul como un pitufo, hola hijo, qué has hecho hoy, has estudiado? has jugado y has ganado? Mi hijo será inteligente y será poeta y leerá libros y sacará al perro a pasear durante horas y no sabrá qué hacer de vez en cuando. Mi hijo se parecerá a mí en casi todo, tendrá miedo a morir, tendrá miedo al dolor, mi hijo tendrá miedo a mirar hacia delante, el horizonte es algo horrible, siempre he preferido la línea recta del marco de la puerta y un cajón pequeño lleno de cubiertos, abrelatas, servilletas de tela. Me gusta partir nueces con las manos. Quiero que mi familia sea feliz, quiero tener ácido úrico y una cesta con las medicinas. Quiero que mi hijo se parezca a mí, lo deseo con todas mis fuerzas, un hijo azul con pantalones cortos, un hijo que se proteja del entorno como una cochinilla, y mi hijo beberá cerveza y vino y tónica con ginebra y coñac, mi hijo que debería ser ingeniero como su padre, se dormirá también a las 3 de la mañana, tumbado en el sofá. Quiero que mi boda no sea el día más feliz de mi vida, bastante tengo con haber llegado aquí, casi no necesito pastillas, mi hijo sabrá que su padre lo quiere, lo sabrá, alguien, algún día, intentará explicárselo.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

cosas que quiero hacer 2

por ejemplo subir en ascensor 33 pisos, por ejemplo dormir 4 horas cada noche y vivir lleno de energía, que la energía en mi cuerpo fuera algo así como metal de cuchara, madera de pupitre, algo así como el verde intenso de un rotulador, me gustaría tumbarme en un cesto lleno de ropa limpia, tumbarme sobre el cuerpo de una ballena y escuchar. Quiero leer varios libros buenos al día, entender las películas en blanco y negro, apreciar eso de la fotografía, eso de los planos, eso que te hace quedar bien en la cola del cine y sobre la mesa del café, calcular sumas y restas sin pensar, el mínimo común múltiplo, los números primos, lo que de verdad quiero hacer es vivir en lo más simple, taparme con algo de cartón, despertarme con el ruido de los coches, la paciencia de sentarme en los escalones de una iglesia y ver qué pasa. Quiero morir de viejo, cuando iba al colegio, si me encontraba una tuerca en la calle, la apretaba en mi puño y pedía un deseo, luego la lanzaba tan lejos como fuera posible, la tuerca se encargaría entonces de que mi deseo se cumpliera y siempre pedía el mismo deseo, morir de viejo, no pedía vivir feliz, no pedía tener salud, no pedía dinero, ni la paz mundial, para mí llegar a viejo era la máxima expresión de una buena vida.

martes, 22 de noviembre de 2011

cosas que quiero hacer

Quiero hacer algo por lo que algunos periodistas me llamen por teléfono, que me hagan fotos y digan qué bueno, joder, es muy bueno, que las muchachas me miren con ganas de acostarse conmigo y los muchachos me miren con ganas de acostarse conmigo, que los transeúntes con los que me cruzo por la mañana me señalen desde lejos y digan oh, sí, ah, mira, eh, y yo les miré a través de mis gafas de sol y el reflejo de los flashes, se oye clic clic de vez en cuando, alguien me da la mano cuando paso, alguien me abre la puerta cuando llego, alguien me susurra al oído una respuesta, sí, soy yo, alguien me pone una hoja en blanco a 40 centímetros de la cara, cojo un boli, firmo, gracias, tengo que irme, es una alegría estar aquí, sois muy amables. Quiero escribir poesía moderna, que me editen en libros de tapa dura, que sean verdes por fuera, quiero ir a la India para poder decir que he ido a La India y que todo allí fue maravilloso y terrible, que me encontré a mí mismo, que volveré, quiero ir a Nueva York, quiero ir a Alaska como Christopher McCandless y que alguien dentro de 50 o 70 años haga un video juego sobre mí. 

lunes, 21 de noviembre de 2011

material world

Ahora todo el mundo es diseñador, si tienes entre 18 y 25 años y te paran por la calle, tienes un 90% de probabilidades de ser diseñador (o fotógrafo), probablemente no te pierdas ni una fiesta, y escuchas música que todavía no existe. A veces me pregunto qué es eso de ser diseñador, ¿seré yo diseñador y no lo he descubierto todavía? Me miro en el espejo, me dejo flequillo y gafas de sol, me pellizco, combino la ropa según me da y compro en H&M sin que se enteren mis amigos, por favor, por favor, tal vez, mirar el mundo sea una forma de diseñar, el ojo como herramienta de trabajo, haciendo caso a Heisemberg tiene que ser así, el observador influye en el sistema observado, miro las paredes, miro las mesas, miro los corpiños e influyo en ellos, es normal que no te salude, camino concentrado influyendo en mi entorno, el aire se adapta a mi figura y al vuelo de mi bufanda, probablemente no te oiga si me gritas, estoy escuchando lo último de un amigo que también diseña, el iPod y yo, ningún sonido es para mí si no es .mp4, miro y cambio y redecoro y adapto y pongo y quito lo que sobra y adelgazo para que mi cuerpo encaje en las butacas. Soy así, mi pelo y esta lámpara de pie lo dicen todo. 

domingo, 30 de octubre de 2011

sobre cómo titular poemas, cosas que me interesan, Alberto Olmos, Busan, Reikiavik, Oslo, la milimetría literaria y Tao Lin

Hace poco, al final de esta entrada dije que escribiría un post sobre esas cosas que me interesan y me impulsan a escribir. Creo que lo que me interesa desde el punto de vista literario cada vez es menos literario, cada vez es menos interesante para la humanidad. Pero no hay remedio, uno tiene que tirar por donde le pica y si fracasa al menos habrá sido sincero, puro, eso del artista con mayúsculas. 

Lo primero que quiero decir, es que no tengo un gran bagaje cultural, no sé razonar o argumentar de manera convincente practicamente nada, lo que me gusta, lo que me mueve, lo que me despega el culo del sofá, tiene que ver más con las sensaciones que con las ideas. Intuiciones, lado derecho del cerebro, ya sabes. 

Por ejemplo, el título de mis poemas. Cada vez es más común en mí, a la hora de titular mis poemas, poner algo que no tiene nada que ver exactamente con lo escrito, algo que encuentro en medio del folio, una frase que leo de repente, lo que veo sobre la mesa o en la tele justo cuando estoy pensando ¿cómo mierdas lo título?, es como una especie de juego, me divierte no decir lo que se supone que hay que decir y que luego cada uno interprete lo que quiera y sea feliz. Esto está relacionado, digo yo, con el sinsentido de las cosas que nos empeñamos en clasificar y comprender y no en aceptar y apreciar que son como son y no tienen por qué tener un mensaje oculto. Aunque lo tengan. 

Decir, en segundo lugar, que me interesan las pequeñas cosas no sería decir mucho, pero es que a mí ya no me apetece escribir sobre el amor, sobre el dolor, la muerte o el crudo invierno ¿de verdad a alguien le sigue apeteciendo leer sobre las grandes sensaciones de  vacío o dolor?. Mi vida, está determinada por otras cosas, y es aburrida. Leo revistas de tendencias, me inquieta la forma de vestir de las personas, veo una foto de una ciudad cualquiera y me pregunto de manera insistente y feroz cómo sería vivir allí, pero no me lo pregunto de pasada, sino que dedico tiempo a imaginármelo, es algo que me gusta, pensar que cambio mi vida actual por la un campesino en Nepal, o que empiezo a vivir en Oslo, con esos tejados a dos aguas, las ayudas del gobierno, el frío intenso. La estética del entorno es algo tremendamente importante, me duele asomarme a la ventana y ver esta ciudad horrorosa hasta el espanto (Málaga, salvo casco antiguo y Limonar-Pedregalejo) y sin embargo, no sé por qué, me apetece irme a vivir a un bloque colmena como los de Busan, que tampoco es lo más cool del mundo:

Bloque de viviendas de la ciudad de Busan
Vivir en un sitio así, tiene el encanto del anonimato, miras hacia arriba y dices ahí vivo yo, soy un hombre de mi siglo, no soy nadie, veo la tele, juego a videogames, procuro llevar siempre algo de marca y me alimento de productos embasados. Morir de cáncer será algo habitual. Por otro lado, Oslo o Reikiavik también son lugares donde me sentiría feliz. Pero ahora no me apetece explicarlo más.

Por eso me gusta la poesía que no tiene demasiadas pretensiones, por eso me gustan las novelas que no van de novelas. Ya me estoy cansando de escribir y de explicarme. Un señor que se llama Alberto Olmos critica que en algunas novelas se nos muestre cómo el personaje abre la nevera, se prepara un sandwich, pone algo de música, se sienta unos segundos mientras espera a que hierva el agua, etc. Muy bien, pues esas son las cosas que me gustan, opino lo contrario que Alberto Olmos. Tengo un elevado concepto de la escritura de este señor, sin embargo el único libro que me gusta de todo lo que ha escrito es Trenes hacia Tokio, precisamente porque es un libro donde pasa de contarnos grandes historias y se centra en la milimetría de lo que ocurre, nadie aparece de pronto y nos asesina, nadie, ni siquiera el escritor, pretende demostrar que sabe escribir muy bien, la gran novela, cosa que en el resto de sus obras (por ejemplo la última, Ejército enemigo) intenta hacer y cansa. Nunca he leído nada mejor que la serie de los unos y los ceros que Alberto Olmos escribió en su blog durante un tiempo (ahora no la encuentro, creo que la borró) y sin embargo, su última novela es un artefacto acartonado que pierde el interés en la trama y en el "lenguaje de escritor" que mete todo el rato sin saber por qué. 

Por esto mismo me gusta la poesía de Tao Lin. Alguien cuyos poemas tienen títulos tal que: 
"si un camión me diera un pequeño golpe esta noche, por mi ok"
"cosas que quiero hacer hoy"
"Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre, Octubre, Noviembre"
"Apreciarme por todo lo bueno que he hecho en el pasado"
"Cosas que me has enviado por email"
digo, que alguien que titula así sus poemas, despierta todo mi interés. Y a la mierda con Shakespeare.

miércoles, 26 de octubre de 2011

un poema de Tao Lin


Hoy, después de mucho esperar, he podido comprar los dos libros de poemas de Tao Lin: "you are a little bit happier than i am" y "Cognitive-Behavioral Therapy". He empezado por el primero, os traduzco un poema al azar, el primero que he leído al abrir el libro por la mitad. No es su mejor poema, pero nos hacemos una idea de su estilo, sencillo, directo, un poco chorra, algo así como escribir poesía sin fliparse y sin literaturizarse. A mí me gusta.



ODIO EL MUNDO Y NO SOY INMADURO


mi libro favorito no es el club de la lucha
no escucho death metal o limp bizkit
no tengo catorce años
no adoro a satán
no odio a dios
no voy por ahí diciendo que nada tiene sentido
no actúo como si fuera un personaje de una novela de breat easton ellis
pero voy a morir
y también las mamás y los papás de todo el mundo
y mi cerebro no encajará en la calavera de otra persona
y nadie inventará nunca una máquina del tiempo
y si se me concedieran tres deseos
sería incapaz de dormir
y me sentiría como una mierda todo el rato
finalmente desearía no haber tenido tres deseos
entonces me sentiría engañado y querría esos deseos otra vez
y desearía un millón de deseos
pero el genio diría, “no puedes hacer eso; va contra las reglas”
y yo diría, “qué, acaso trabajas en un burguer king o algo; piensa por ti mismo”
y le metería un puñetazo al genio en la cara
y mi puño atravesaría su cara
y el genio se reiría de mi
y más tarde, un año después, contactaría visualmente con el genio, en un parque
y apartaría mis ojos salvajemente 


(la traducción es mía, pido disculpas)


Esto es lo que dice Tao Lin al respecto de este poema en su blog:

"I wrote this and some other poems in this book in order to read them out loud at an opium magazine reading. I knew I would be reading them out loud so I didn't want to say anything I couldn't defend, couldn't explain, or that didn't explain itself explicitly, directly, and clearly, so that five year olds in the audience could understand and so that people wouldn't come up to me asking what the poem was about and so that I wouldn't feel pretentious".

jueves, 20 de octubre de 2011

remasterizado 2 (MBA Executive)


En los descansos todos los alumnos
del master vamos a la misma
cafetería, a veces soy 
uno de ellos, camisa,
colonia, llevo gafas, margen de
contribución, hablamos
de viajes a París y de palmeras
de chocolate. Y tú qué vas a hacer
no es algo tan sencillo, el éxito en la vida,
decimos nuestros nombres,
contamos algo, el qué, familia, el hijo
la hija, el qué, las fotitos de mi iPhone,
lo único que importa es ser, ya sabes,
doce años de experiencia y la mesita
de noche con tus medicinas, un
pelo brillante, un actimel,
y eso de sonreír o hablar idiomas
que tanto favorece
a nuestra ingeniería.

Yo
todavía no sé doblar la ropa,
la meto hecha un gurruño en los cajones.

domingo, 16 de octubre de 2011

Elliott Smith, la poesía joven y mi gata Sola

Siempre el hilo musical. Son las 12:26 y escucho Elliott Smith. Me entusiasma Elliott Smith. Acabo de leer su pequeña biografía wikipédica y me maldigo por no saber inglés en condiciones. Quiero entender sus letras sin ayuda de Google Translate. Veo y leo un artículo en el cultural sobre jóvenes poetas, eso me recuerda que, este lunes, cuando llegue al trabajo, debo dedicarme 15 minutos a mí mismo y buscar y pedir los libros de los autores que necesito leer, autores jovencitos, nuevos, lisos, suaves como papel de regalo, algunos fueron jóvenes hace unos años y sacaron libros de éxito y no los leí y los quiero leer ahora, Carmen Jodra, Elena Medel, otros son puro presente, Teresa Soto, Pablo Fidalgo, Rodrigo Olay, no he leído nada de ellos, puede que me defrauden, pero seguro que aprendo algo, quiero leerlos para aprender, para ser mejor, porque la persona que quiero ser se esforzaría por conocer lo nuevo y ser lo nuevo. Lo que ocurre es que el trabajo es una vorágine de prioridades y prisas y emergencias y documentos y correos electrónicos y la gran responsabilidad sobre los hombros que me obliga a olvidar todo lo que quiero hacer para alcanzar mi frágil felicidad, detenerme dos segundos, buscar un autor que me apasione, no, no hay tiempo, por eso lo escribro aquí, para que no se me olvide, alcanzar el objetivo de ventas es un trabajo duro que hace que te duelan los riñones, la cabeza, el quiste del epidídimo. Es imprescindible leer todo lo nuevo, Andy Warhol iba a todas las fiestas para saber qué se cocía por ahí, uno debe leer todos los libros, al menos, los libros jóvenes. Ya no me interesa Leopoldo María Panero ni Federico García Lorca, esa es la papilla que tienes que tragar, la comida para gatos hasta 12 meses, el plátano machacado, el melocotón sin piel, los taquitos de jamón y un vaso de leche. Creces y tienes que pasar página, dónde está el Whisky, el caviar, la tortilla de patatas deconstruida, dónde está la novedad, la ruptura con lo que alguien escribió hace 15 años. Mi gata me toca el antebrazo y dice miau, quiere que la acaricie, hola Sola (mi gata se llama Sola) y la acaricio un rato y ella se siente segura y feliz, con el estómago lleno de pedacitos de carne en salsa, es casi lo único que come, se la dejé un mes a mi padre para que la cuidará mientras yo estaba fuera y mírala, ahora tengo una gata caprichosa y sibarita, pero muy lista. Maulla de forma diferente según quiera una cosa u otra. Yo la entiendo. Apunto en mi cuaderno de apuntar cosas, algunas ideas para poemas que al final no escribiré, los temas que me interesan cambian, no puede ser de otra manera, pero creo que cada vez son menos interesantes para el resto de seres humanos que leen libros. Sobre las cosas que me interesan y que me empujan a escribir, habrá que esperar a otro post, que tengo hambre.

martes, 27 de septiembre de 2011

TENÍAN 20 AÑOS Y ESTABAN LOCOS

Esto no es una crítica, esto es un después de cenar y antes de acostarme. Hoy llega el libro a la librería y hoy lo leo (el libro se titula, para el que no lo sepa, como este post). Posible primer error, la poesía no viaja en ambulancia como decía un amigo que decía su profesor de literatura del instituto. Pero necesitaba saber, necesitaba conocer. Lo primero que leo de esta antología es la introducción de Luna Miguel, ya había leído algún fragmento de esta introducción por ahí en su blog, el peor fragmento al parecer, porque es una introducción que cumple perfectamente y nos avisa de lo que nos vamos a encontrar, nada petulante ni pretenciosa, me gusta como empieza, eh, vosotros, señores que vivirán dentro de 50 años, 100 años, miradnos, aquí estamos, con dos cojones (no dice esto, pero la idea es la misma). 

El miedo al futuro, la ilusión hacia el presente, muy bien dicho, Luna asume que algunos de estos poetas tal vez no vayan mucho más allá de esta antología, nadie (salvo familia y amigos de rigor) se acordará de ellos dentro de 5 o 10 años, asume, digo, este hecho como posible. Yo no lo asumo, yo lo confirmo, aquí hay jóvenes que no sorprenden, de igual modo que reconozco que he leído cosas muy buenas (David Leo no cuenta, este tío es un fuera de serie y esto lo supe desde el primer día que leí algo suyo) de poetas que, si no se relajan, serán muy muy buenos. Y esto es así porque es que muchos son tannnnn jóvenes. Y ya se sabe que a veces la juventud no es amiga de los grandes libros, sólo los grandes escritores se han pasado por el forro esto de la edad y han escrito algunas de sus mejores obras cuando todavía se la cascaban como monos. Pero en esta antología yo he visto sobre todo juventud. 

De los 27 jóvenes escritores que componen la antología, me quedo con Cristian Alcaraz, David Leo García, Berta García Faet, Constantino Molina y Sara R. Gallardo. Hay otros que tampoco estaban mal y algunos, no muchos, que no me dicen absolutamente nada. Vaya por delante que ya Luna avisaba de la variedad de estilos y poéticas, y tal vez sea eso, no estoy hablando de la calidad poética, más bien reflejo mi gusto personalísimo y sesgadísimo. Últimamente, y gracias de nuevo a Luna, he descubierto a poetas norteamericanos que me revuelven y descolocan (Gaviero, ya estás tardando con tu antología) y que me hacen creer que de verdad hay algo nuevo, de verdad, hay jóvenes con un estética propia, peculiar, nueva, como tiene que ser, jóvenes que escriben ahora de una manera que hace 30 años sería imposible, y esto, esto, es lo que me falta en muchos de los jóvenes y viejos que leo, en este y en otros libros, poetas que los pones en 1980 y no pasa nada, siguen igual. En fin, ya he dicho muchas veces que una de las claves de lo literario, y más aun de la poesía, es la capacidad para sorprendernos, algo que nos obligue a releer el poema porque no nos creemos esta maravilla, qué cabrón, qué cabrón, pensamos mientras lo releemos. Qué hijo de puta. 

En esta antología hay demasiadas piernas, demasiados fluidos, muchas manos que tocan, muchos vientres que tiemblan, muchos, demasiados, besos y bocas que hacen eso. Son 20 años, es inevitable, no es malo, es propio de la edad. Pero a veces se nota mucho. Otras veces, ya lo he dicho, no se nota nada y no sabes si estás ante un joven o ante un señor mayor, porque da igual, el poema se sostiene por sí mismo, y dices, eh, este es bueno (o esta) y como tienes el portátil a mano, buscas su blog y sigues con lo que te interesa. ¡Qué bien que los escritores tengan blogs! En fin, que sí, que está muy bien, esta iniciativa es necesaria, más necesaria que las de Visor, porque es una iniciativa realmente moderna y joven, son poetas que merece la pena descubrir (los que aun no han sido descubiertos) y ya cada uno que valore y decida lo que le gusta y lo que no le gusta, como he hecho yo y que busque en internet más cosas o que se compre sus libros, como haré yo, y los que no te gusten, pues qué se le va a hacer. Yo me llevo 5 de 27. ¿Soy muy exigente? No lo sé, pero oye, esto es casi un 19%. Hay muchos libros de poemas que no merecen ser ni abiertos. Este, no es uno de ellos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

poesía del siglo XX y Metal Gerar Solid 2

El lenguaje literario es ya lo menos literario que existe. De verdad. Me dan ganas de llorar o de liarme a tiros cuando leo eso que dice la portada o la colección del libro que voy a leer, la portada dice que es un libro de poemas, un libro de poemas, vaya, lo abro a ver a ver… y efectivamente, encuentro poemas que bien podrían gustarle a mi abuelo o a la novia de mi abuelo, eso era poesía eso era música y no esta cosa ratonera que escuchas todo el rato, qué dices abuelo, no tienes ni puta idea. De verdad, si alguien quiere escribir ahora poesía, por favor, que lea toda la poesía del siglo XX, que la lea bien, que lea bien a Garcilaso y analice algunos sonetos suyos, y a Diego Hurtado de Mendoza un poco, vale, estoy contigo en lágrimas bañado rompiendo el aire siempre con y después de leerlo bien y asimilarlo, después de meterse el endecasílabo y Fernando de Herrera con la barba hacia el polo y las manos abiertas, después de la noche boca arriba y encabalgarse y todo eso, después digo que se dedique en cuerpo y alma a la Playstation, que juegue toda la noche al Metal Gear Solid 2 y al Gran Turismo, que le suden las manos, que viva la vida, que despierte a la hora de comer y que se olvide y que vea mucho la tele y  los programas que te adivinan el futuro, que lea revistas marie claire y entonces aprenderá que los manteles estremecidos o las columnas de ceniza, que las alegres fiebres que huyeron o el vivísimo cáncer lleno de nubes ya no es literatura, que lo fue, sí, y que lo sigue siendo en la Colección Austral, que lo será por mucho tiempo en las pizarras y en los apuntes de los chicos que acuden a Octavio Paz como los cristianos a la comunión los días de fiesta, pero que ahora no nos sirve para expresar con absoluta sinceridad el desconcierto que llevamos, esta cosa líquida y moderna hecha de comics y redes y pequeños textos que dan la vuelta al mundo. Que ahora ya no somos esa linealidad del uno al cinco, a mí cuéntame exactamente eso que soy, lo que hago ahora, la compra, el bolso, algo que puede estar en dos sitios a la vez, el lugar donde veremos un suicidio colectivo. Sería imposible que todo Tab no fuera similar a otros Tabs, dado que consisten en una pantalla brillante y extraplana dentro de un marco resistente y con cantos redondeados. Este sábado, a las once, en Citrón Tapas.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

cómo es eso de triunfar (posibilidad uno)


Cómo es eso de eso de que te invitaron a marcharte y te fuiste. Cómo es eso de tenerlo todo, tenerlo ya, todo. Así, eso de llegar a lo más alto, ser un Rolling Stones, ser un The Beatles, ser un Ken Follet, ser todo un Miguel Ángel Buonarotti. Lo primero tal vez fuera la ciudad, en qué ciudad querrías vivir con tus amigos, o la montaña, el campo, las afueras de algún sitio, lo suyo, últimamente, sería irse a Palo Alto y ser feliz y hacer mucho deporte en un gimnasio caro. ¿Cómo sería tu casa? No una mansión, pero sí una casa grande, techos altos, pocas habitaciones, algo tipo industrial y alguien que limpie y cocine verduras y salsas que no engorden y un par de buenos coches  aparcados, potentes, confortables, que te permitan adelantar sin peligro cuando no viajes en avión. ¿De dónde vendría el dinero? Los derechos de autor, si eres Ken Follet, son suficientes. Pero en realidad eres un poeta respetado, te invitan a exposiciones llenas de mujeres operadas y sus maridos, sin canas, querida te presento a Charles, te sonríen y te admiran. Tú eres delgado, te cuidas por primera vez el cutis, te pones cremas, de pronto eres crudívoro y viajas al Tibet buscando algo que te falta. Allí te compras un jersey de lana y unos calcetines tejidos a mano. En un día normal madrugarías por el sencillo placer de ver como amanece y tomarte un café Nespresso mientras escuchas algo de música clásica. La cocina es grande y la música se oye bien, hola Eugenia, buenos días, lo normal es que después del desayuno te conectes a internet, leas las noticias, facebook, gmail, algunos blogs, mires lo último que ha hecho Tao Lin para imitarle. Luego te obligas a escribir, eres poeta, te pagan por ello, abres caminos, te llaman por teléfono para algunas entrevistas. Escribes sobre el sinsentido de la vida, tú puedes, tú lo sabes, tu única motivación es no volverte loco, aguantar vivo. Tampoco es que viajes demasiado, los aviones, ya se sabe, tal vez fueras feliz en Londres, eres un tipo de ciudad, lo sabes, tal vez Nueva York, aunque tengo que ir, lo he dicho antes, a ver cómo es Palo Alto, si es algo así como vivir en Alicante. Podríamos decir, que ya que estás, te drogas, tienes que descubrir cosas, inventarte historias, la experiencia es lo que cuenta para escribir, si no vives algo nuevo, te vacías, sin nada nuevo que decir pierdes dinero, ya escribiste tu poema a Starbucks, hacer lo mismo con cada cadena de cafeterías o restaurantes no funciona. Por las tardes duermes la siesta y entre unas cosas y otras no te despejas hasta tarde. Por la noche lo normal es ir a algún concierto, exposición o fiesta, te dejas ver, te enteras de lo que hace todo el mundo para imitarlo, mejorarlo, adelantarles, pero te vas pronto a casa, por suerte te vas haciendo mayor y no hay nada más agradable que dormir en casa un mínimo de 6 horas. La felicidad, a los pocos meses, desaparecería, tendrías que leer varios libros de autoayuda e ir al psicólogo, seguramente te harías adicto a algún antidepresivo, para qué molestarse en no ser feliz. Independientemente de todo esto, seguirías yendo a Ikea cada seis o siete meses.

sí, soy hipocondríaco, ¿y usted?

Un lunar nuevo, una manchita roja al lado del pezón y ya le estoy dando vueltas al melanoma, seguro, el sudor frío, me toco ¿me duele? no, pero pica bastante, bueno, peor es el quiste en el epidídimo por el que fui a urgencias pensando en un tumor testicular. En los últimos años he tenido úlceras, sidas, hernias, tumores varios, condilomas, candidiasis, hipertrofia de distintas glándulas, inicios de parkinson, inicios de infartos, taquicardias, hepatitis, cistitis y varotrauma sinusal. Algunas han sido de verdad, otras se las inventaba mi cabeza, pero todas me acojonaron en su momento. Llamaba por teléfono a mi padre, a un amigo, a mi novia, hablar me venía bien ¿papá, qué son las transaminasas? y un lexatín todas las noches.


martes, 20 de septiembre de 2011

hacer lo contrario

Necesito una pizarra, algo grande como una pared donde escribir mis ideas, mis poemas, ver las conexiones que se crean entre ellos. Cada día me parezco menos a mí mismo, cada día me estimulan poéticamente cosas menos poéticas, cosas que no van más allá, la ausencia de mensaje formal, el no decir nada en concreto, no transmitir en esencia casi nada, poner de manifiesto lo que me interesa, las revistas de moda, los testimonios de algunos alpinistas, el no sentido del 90% del día, del 90% de lo que hacemos, leemos, comemos, sudamos. La cotidianidad estúpida a la que nos asimos, nuestra escalera de incendios, sigue la flecha, la normalidad, andar, mover los brazos, pagar las multas. Personas que se parecen a personas, que alguilan habitaciones de hotel y meriendan en los bares. La vida. NO los grandes amores, no los grandes dramas. La poesía después de Auschwitz es como la emoción de tener una lavadora nueva. La poesía después del 11 de septiembre, también.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Escritura Buonarotti

El poema está ahí, sólo tienes que quitar la realidad que sobra. No escribo poemas, escribo folios, veo la tele, bebo zumo, escucho música, le doy vueltas a la misma idea, me pongo boca arriba, escribo lo mismo varias veces, el mar, el contemplado, una y otra vez, las variaciones, construyo un bloque de piedra que es un folio, o dos, el poema está ya ahí, lo sé, tardo un tiempo en encontrarlo, pero al final sale. Así es como escribo, sin importancia, decir poema suena demasiado serio, decir poeta, musa, alejandrino, es el temor a no ser bueno, pongo una lavadora, si escribo un poema a la primera me da miedo, prefiero disimular, que viene un barbas, escribo como si no fuera conmigo, cambio de canal, veo un partido, y a veces, casi casi sin querer, empiezo a descodificar toda esa prosa, el mármol, todo lo que le sobra a eso que ya vive dentro del folio y es poema, y a veces cuento sílabas para que todo suene a limpio, lo mejor es no pensar, lo digo en serio, no intentar decir algo demasiado concreto, para eso mando un fax o escribo un post. Creo que estoy completamente inutilizado para la escultura. No sé si me he explicado bien. Poner un verso y luego otro y así del uno al doce no sé hacerlo. ¿Será esto la posmodernidad? ¿Por qué me interesa tanto todo eso que no parece poesía y que, si le quitamos aquello  que le sobra, sí lo es? Encontrarse un pelo en la sopa no es poesía, pero los tiros van por ahí.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Charles Darwing y la poesía













La literatura ya no es lo que era, quiero decir, lo que antes era literatura ahora ya no lo es, lo que antes era literatura ahora es imitación, el séquito tras la cruz, aleluya hermanos aleluya. Pero hablemos de poesía. Y oremos. Lo que antes era escrito por obra y gracia del espíritu santo, la inspiración, las drogas, lo que antes era escrito para decir he escrito un poema, estuvo bien en su momento, valió la pena, claro, nos trajo hasta aquí, Quienes hablaron setenta horas seguidas desde el parque a la barra a Bellevue al museo al Puente de Brooklyn, batallón perdido de conversadores platónicos bajando de espaldas las escaleras de escape de los alfeizares del Empire State lejos de la luna, gritando incoherencias, vomitando, susurrando, y es algo necesario y bueno, pero tenemos que seguir, crecer, mirar atrás y apuntarlo en el diario como Peter Handke y evolucionar. Ahora somos física cuántica.

Intentaré decirlo finamente: estoy hasta los cojones de leer siempre lo mismo, el cartón, el ladrillo, el taco de madera, leer siempre el corazón, leer siempre la lluvia, leer siempre lo de siempre, el sentimiento, el odio, la locura. Tengo una soledad tan concurrida, y viceversa. Ver amanecer está muy visto, ya nadie ve realmente amanecer, cuando amanece o estás en el metro, o estás en la ducha, o estás viendo porno en internet. Ahora, hoy, la poesía está en Palo Alto. En Palo Alto todo el mundo es joven y feliz, el dedo creador de las start ups, la vida alegre del pantalón del pijama y la tecnología, pero no se trata de decir Google, Twitter, Facebook, no se trata del mensaje por Skype que no llega, el ruido de la tele y toda la música gratis. Si nuestra vida cambia ¿por qué no lo hace nuestro modo de sentir y de comunicar lo que sentimos? Ya no se trata de profundizar porque lo profundo no se entiende como antes, ahora hay que tocar, enlazar, hacer networking, el poema debe ser la malla que todo lo conecta, el poema dice que ahora, hoy, cualquier color nos vale para ir a Starbucks, que todo queda bien mientras se consiga de nuevo la extrañeza que nos falta, la sorpresa, el discurso audiovisual que diga algo y que se entienda. El oh! el ah! el caramba! de Wim Wenders, jamás hubo tantos motivos para llegar al paroxismo poético como ahora. Toda la poesía del romanticismo alemán no me conmueve tanto como un catálogo de Ikea o la revista Mujer Hoy. Esto es así ahora, hoy, tenemos que aceptarlo en nombre de la literatura. Hay una conmoción estética en todos los muros de Facebook y no entiendo por qué ningún poeta habla de ello. La sorpresa de cada título en los poemas de John Ashbery, por ejemplo.

sábado, 3 de septiembre de 2011

¿POR QUÉ HAY UN PLATO QUE GIRA DENTRO DEL MICROONDAS?


Selección de algunos de mis mejores poemas o, al menos, algunos de los que más me gustan, en edición artesanal limitadísima en Ediciones Liliputienses. ¡Qué bien! La selección incluye además varios poemas inéditos. La tirada es de 50 ejemplares.

Una maravillosa sorpresa en el día de mi cumpleaños.


domingo, 28 de agosto de 2011

¿TENDRÍA SHAKESPEARE UN BLOG?

si estamos aquí escribamos desde aquí. Sonetos, haikus, no decir, no cambiar. El arte provoca el cambio en el receptor y lo de siempre siempre te deja como estabas. Cortar y entrar. Estar atento.

abro los libros más modernos, Carne de Píxel, publicado en 2008, editorial DVD, abrazarte por detrás para besarte, quiero pensar que era tu piel tan suave, mi mano hacia tu pecho con tibia ensoñación. Aquí no hay nada nuevo, los píxeles, las galaxias, los agujeros negros, sí, sí, todo requetemoderno, pero seguimos leyendo lo de tu pecho con tibia ensoñación y el libro se viene abajo sin remedio.

ya casi nadie te rompe el idioma en la cabeza. Unai Elorriaga, Federico García Lorca, Walt Whitman, Andy Warhol, Robert Rauschenberg, Julio Cortázar, Tao Lin. A veces Manuel Vilas. Yo denuncio la conjura de estas desiertas oficinas.

sólo el arte puede cambiar las cosas. Si te empeñas en vivir en el siglo XX y comunicarte con las personas del siglo XX estás condenado a la repetición. Somos este año y este bote de aspirinas. Dejar de ser una copia con reloj, zapatos, pulseritas, tener conciencia del presente, utilizar los medios de comunicación que tenemos para cambiar, para vivir, para llamarle la atención al otro. Facebook, Formsrping, Blogger, YouTube. No hablo de innovación, hablo de la pasión por crear desde el presente puro. Todo lo demás, es copia, recuerdo, imaginación, mentira.

Shakespeare no sería alguien muy diferente de Tao Lin.

sábado, 27 de agosto de 2011

mujer hoy, nº 646, 27 de agosto de 2011

acroyoga
amigurumi
altermodernidad
book crossing
curvy
coworking
dasha zhukova
drunch
eco-lodge
el director de la tate modern
extimidad
flashmob
formspring
gardening
hashtag
it girl
junk free
lady gaga
lipdub
manipedi
noodle
outsourcing
si hago efercicio ¿por qué sigo flácida?
ultrabook
wathasp

jueves, 25 de agosto de 2011

buenas ideas para malos poemas 1

1) esta mañana mientras desayunaba y veía a Zapatero y a Rajoy pensaba: les entiendo, comprendo lo que dicen, el país, la economía, el pacto de gobierno, la moción de censura. Cuando tenía 6 años y la televisión del salón era en blanco y negro, todo lo que decían estos señores de traje y papeles que tienen que leer para poder hablar me sonaba a blablablabla. No entendía absolutamente nada, discurso vacío, sin sentido. El problema, el poema, viene del hecho de entender lo que dicen. Entender las palabras vacías del político implica un entendimiento vacío. El entendimiento del niño va mucho más allá y todo lo que no trasciende no tiene sentido. La trascendencia es un balón, una pistola, la granja de playmobil, practicar con las canicas en la cama de tus padres. Pido no entender.

2) simplificar la vida, dejarlo todo, ser alguien que duerme en la calle y se despierta con el ruido de los coches, pasar la jornada en la puerta de la parroquia, buenos días, buenos días, una ayuda, llegar a lo más básico de la existencia humana, no cubrir las necesidades básicas, vivir para poder comer, luchar por un cartón con que taparte, llegar a sentir el hombre que soy y que no conozco. Lo primigenio.

3) parecido a lo anterior, lo que empecé a escribir en el post anterior, pero que tiene que evolucionar. Simplificar la vida, vivir en un monasterio, conectar con lo otro que no sabes que es, volver a los días tranquilos de la primer comunión y el padre nuestro.

lunes, 22 de agosto de 2011

remasterizado

Quiero vivir en un monasterio,
quiero levantarme a las cinco y media y dar las gracias
señor
por estos alimentos y estos bancos de madera.
Vestir sotana,
el pelo corto,
las manos siempre limpias.

En los descansos todos los alumnos del master vamos a la misma cafetería,
a veces soy uno de ellos,
hablo de economía,
de viajes a París y de palmeras de chocolate.
Otras veces salgo fuera,
me alejo unos pasos
y me pongo a pensar en Georges Perec.
Son ellos y yo.

La botella y el agua de la botella.

Siento que hago lo correcto para pagar un alquiler.
¿Y la muerte?
Las películas en dvd,
los cds de música,
las montañas de libros,
unas zapatillas cómodas
y una camiseta.

La vida puede ser eso,
la vida quiero que sea eso
y de vez en cuando,

un poema.

Quiero pasear por un claustro y ver cipreses
y que el frío me cale hasta los huesos,
quiero arrepentirme de mis pecados,
usar las rodillas de verdad,
quiero abandonarlo todo,
quiero purificarme,
destilarme,

buscar dentro de mí lo que hay de mí.

No se puede estar tan solo.

martes, 16 de agosto de 2011

se busca poeta joven

he estado, estoy, haciendo pesquisas sobre la edad a la que publicaron algunos poetas su primer poemario. me aburro. ayer comencé fijándome en la Generación del 27, luego en la del 50, Novísimos, etc., luego empecé a buscar otros nombres que más o menos me han interesado a lo largo de mis irregulares lecturas. últimamente se está poniendo de moda esto de tener 20 años y publicar, ser joven y poeta y ser buen poeta además (ver el post de Luna Miguel). yo andaba con la mosca, tanta juventud no puede ser buena, esto es una moda estúpida, blablabla, esto antes no pasaba. pero no, me equivoqué, esto viene pasando desde siempre. si el poeta es bueno, es bueno, con 20 años y con 40. no siempre da lo mejor de sí con el primer libro, pero queda demostrado que no tarda más de uno o dos libros en sacarse un título que va directamente a la colección Cátedra de Clásicos. cuidado, que también los hay, y son los más, poetas malos y malísimos además de jóvenes que deberían continuar sentados varios años en sillas confortables y leer con detenimiento y escribir sin cuidado hasta decir vale, de aquí para arriba. son las 23:37 y hoy me he planteado no acostarme después de las 00:00 así que voy a ir cortando el rollo. lo que quiero decir es que sí, los poetas jóvenes no están de moda ahora, siempre han existido, tiene que ser así, Rimbaud no era el único elegido. de la lista siguiente, pocos nombres se caerán, todos estaremos de acuerdo en que por lo menos el 75% son grandísimos poetas y sin embargo el 62% no supera los 25 añitos en su estreno.

Pere Gimferrer 18
Pablo Neruda 19
Claudio Rodríguez 19
Octavio Paz 19
Rainer María Rilke 19
Federico García Lorca 20
Leopoldo María Panero 20
Ruben Darío 20
Luis Alberto de Cuenca 21
Luis García Montero 22
Wislawa Szymborska 22
Miguel Hernández 23
Jaime Gil de Biedma 23
Rafael Alberti 23
Walt Whitman 23
Ezra Pound 23
Jose María Fonollosa 23
Nicanor Parra 23
Gerardo Diego 24
Roger Wolfe 24
Luis Cernuda 25
Jose Ángel Valente 25
José Hierro 25
John Ashbery 26
Jose Manuel Caballero Bonald 26
César Vallejo 26
ee cummings 29
Vicente Aleixandre 30
Ángel González 30
Allen Ginsberg 30
Pedro Salinas 32
Oliverio Girondo 32
Agustín Fernández Mallo 34
Karmelo Iribarren 34
Jorge Guillen 35
Manuel Vilas 38
Charles Bukowski 40

cualquiera puede hacer lo mismo, elegir poetas que le hayan gustado a lo largo de la historia (no todos los que he apuntado en esta lista me gustan necesariamente) y ver a qué edad publicaron. seguro que muchos salen bien jovencitos. ¿esto es malo? en absoluto, esto es una realidad. la poesía y la juventud son como las drogas y la juventud. sin la juventud no habría oxígeno. La iniciativa de Luna y La Bella Varsovia es necesaria y encima le están dando mucho bombo (ellas pueden, envidia) y me consta que El Gaviero, está preparando algo chulo también para el año que viene, esto es, lo mismo que La Bella Varsovia pero con jóvenes estadounidenses. y esto me pone, porque publicarán poemas de Tao Lin y los poemas de Tao Lin son buenos, son importantes. Busca Tao Lin en Google joder!

Ahora, me he propuesto un objetivo que me apetece mucho y me divierte: quiero ver quiénes de los poetas elegidos tanto en una editorial como en otra, me parecen realmente buenos y necesarios y cuales no van a ir mucho más allá. esto es simplemente un juego, mi criterio es mío y como tal vale lo que vale, esto es: poco o nada. pero dejad que me divierta, estoy ilusionado con tanta juventud creadora. Y ya he empezado a descubrir poetas jóvenes que me gustan, y nada me pone más que leer poemas que me sorprendan, porque a veces uno ya no sabe dónde buscar.

seguiremos con este tema, para lo bueno y para lo malo.

miércoles, 10 de agosto de 2011

fruta de temporada

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martes, 9 de agosto de 2011

AMERICANA, Don DeLillo

"Norteamérica, tanto entonces como luego, era un sanatorio de toda clase de estadísticas. Las cuidábamos. Intentábamos comprenderlas. Hacíamos lo posible por que mejoraran. Las cifras eran importantes, ya que, cualesquiera que fueran los temores que pudiéramos haber tenido con relación al descarrío de nuestras mentes, todos ellos se veían alejados en gran medida por la satisfacción se saber con exactitud el modo en que estábamos enloqueciendo, a qué nivel de decibelios, a qué mach de velocidad y bajo qué fuerza de arrastre aerodinámico. Así, se producía una locura transferida, un desdoblamiento, entre las propias cifras y aquellos que las creaban y mimaban. Las necesitábamos enormemente, de eso no cabe duda. Mediante las cifras éramos capaces de camuflar nuestras dudas. Las cifras convertían el día presente en algo soportable, servían de heraldo de los sobrecogedores excesos del futuro y almacenaban con sutil y engañosa configuración nuestros recuerdos, por así decirlo, del pasado. Nos convertían a todos en científicos por naturaleza. Reinara la guerra o la paz, nos afanábamos en el recuento de los cuerpos."

sábado, 30 de julio de 2011

Harry Crews

hacía tiempo que no me divertía tanto leyendo una entrevista, Harry Crews es un cabrón y quiero decirlo, es una especie de Bukowski, una especie de John Fante, un tipo que habla por teléfono hasta el culo de morfina para aplacar el dolor y poder terminar su novela antes de palmarla. Harry cree que ya le queda poco, Harry sabe que escribir 500 palabras todos los días, ni más ni menos que 500 palabras, es algo grande, mucho más difícil de lo que parece, si todo individuo con aspiraciones a escritor consigue aguantar este ritmo, que parece poca cosa, de escribir unos dos folios al día, todos los días, cada mes, cada año, tiene ya una importante batalla ganada, la otra batalla es sobrevivir con las tripas literalmente en la mano, después de que hace cuatro meses le rajaran del ombligo al esternón en una pelea. Harry Crews nació en 1935, Don DeLillo nació en 1936. No me imagino a Don DeLillo peleándose en un bar y recibiendo navajazos, tampoco me lo imagino boxeando, Harry Crews sí que boxeaba, boxeó muchos años, lo cual seguro que ha dejado en sus libros (que no he leído) la palabra justa, la inmediatez del que tiene que ahorrar energía en cada asalto, combinar golpes, desplazamiento lateral, juego de cintura, uno dos uno dos, abrir con el jab y directo a la perilla. Acuarela libros ha editado CUERPO y yo hoy me he gastado 70 € en 3 libros: American Psycho, Glamourama y Rosas, restos de alas. Me alimento para desarrollar una poesía dura como un gancho de George Foreman. Segundo asalto en septiembre.

miércoles, 27 de julio de 2011

autoayuda

Lorrie Moore escribió un libro de cuentos titulado Autoayuda. Me gustaría escribir poesía tan bien como Lorrie Moore escribe cuentos. Ya he terminado el MBA. Ha sido un año duro, pero seguimos vivos, seguimos vivos. Se me ha ocurrido la idea para el quinto libro. Todavía no he terminado de escribir el cuarto y ya estoy pensando en el quinto. Y el segundo sale, por fin, en septiembre. Lleva dos años esperando su momento. Son casi las 2 de la madrugada y tengo el ventilador a toda potencia. Menuda mierda el verano. Todavía me cuesta respirar, no sé dormir. Estoy echando cada vez más barriga. ¿Qué significa triunfar? Benjamin Zander habla de éxito, de que tener éxito en la vida es conseguir que a la gente que está a tu alrededor le brillen los ojos. Benjamin toca el piano sentado sobre un único gluteo. La música, bien tocada, te empuja hacia atrás, te tira de la silla, la música es una onda expansiva que hace daño si está bien tocada. ¿Cómo se toca la música? lo que quiero decir es que algo se está abriendo, algo empieza. El mundo está completando su segunda vuelta. Bajaba el otro día por las escaleras, camino al trabajo, cuando me vino el proyecto del quinto libro. Evidentemente tiene mucho que ver con lo que me está pasando ahora. Es muy probable que al final este libro no tenga nada que ver con la idea que tuve mientras bajaba las escaleras. Muchas cosas se me ocurren en la ducha. Esto también le pasa a Woody Allen. Él es gracioso. En un MBA se aprenden muchas cosas. Otras no se aprenden. Y otras casi casi ya se me estan olvidando. Un MBA puede no servirte para nada, o tener suerte, y empezar a ser quien de verdad eres. La relación entre un MBA y la literatura es radical. Me recomendó el director del Master que durante este año dejara a un lado la poesía y me centrara en el Máster. Por suerte, seguí erre que erre y etc. La poesía es más grande que Inditex.

martes, 14 de junio de 2011

Basura

me decepciona lo que escriben otros, me decepciona lo que escribo yo. Hoy compro Basura, de Ben Clark pensando, sí, que iba a leer un buen libro en el AVE Madrid-Málaga. ¿cuánto habré leído antes de decidir que no, que no, que no es lo que esperaba, que no es lo que mi concepto de Ben Clark exigía? tal vez 15 poemas ¿poemas? sí, poemas, basurillas (por el título) correctas y bien escritas que sólo son eso, que no es poco, eh, que no está mal visto lo visto en nuestra literatura, pero ay, qué mal me sabe, qué mal, qué mal, ay. Y me da rabia haber dejado de comprar otros que me tentaban, necesito poetas ya que no tengo amigos con los que hablar de poesía, amigos en Málaga, quiero decir.

Estoy escribiendo estos días un poema sobre mis primeros años de colegio, un poema de mierda que no avanza porque tengo la necesidad de que cada verso valga su peso en oro y así no hay nada que hacer, no hay oro cuando buscas oro, lo único de valor sale solo, casi sin querer, y no así, pero bueno, sigo en ello, y sigo estudiando Costes y Control para un examen que tengo este sábado. Cuanto más leo las fotocopias de Costes y Control más me pregunto sobre el sentido de mi vida, sobre la necesidad de hacer esto, joder ¿qué mierdas me importa a mí las distintas formas de imputación de los costes en una empresa? si ni siquiera soy capaz de escribir sobre aquella vez en Nuestra Señora de la Merced en la que me meé en los pantalones porque me castigaron en el rincón contra la pared.

Que alguien me recomiende un poeta cojonudo por favor. Necesito algo.

lunes, 16 de mayo de 2011

TEORÍA DE UNA IMAGINACIÓN (v2)

Imagina que te alimentas de celulosa y suplementos dominicales.

Imagina que orinas aguardiente.

Imagina que puedes enfermar
de lo que quieras,
que eres un titán,
una criatura mítica,
un coloso devorador
de helados y tortillas de espinacas.

Imagina que puedes divisar el océano
desde cualquier tejado,
desde cualquier poste de teléfono,
incluso desde la profundidad sospechosa
de las alcantarillas.

Imagina que tienes el poder
de cambiar el color de los semáforos,
que puedes atravesar atmósferas,
cortar el aire.

Imagina que eres una diosa y te inventas otro Génesis,
que rescribes la Biblia desde tu ordenador.
Imagina que puedes volver a bautizar la realidad,
ponerle nuevos nombres
a los teléfonos,
a los destornilladores.

Imagina que señalas el mundo
por primera vez
y descubres el sabor de las baldosas del pasillo.

Imagina que puedes sentir la vida
de todas las paredes sólo con posar la mano,
que oyes el rumor del universo al expandirse.

No sé si me explico, pero imagina
que me entiendes,
que me lees el pensamiento por las noches
y no dejas nunca de llorar.

Imagina que puedes introducirte por las gargantas
de todos los desconocidos,
que tus pensamientos
adquieren una densidad determinada,
como la madera de los violines.

Imagina que el hombre del telediario
te da los buenos días cuando desayunas.

Imagina que nada está tan lejos.

Imagina que vives en Madrid.
Imagina que tienes el poder de despertarte
cada día
con una carcajada.

Imagina que te tumbas en la hierba de los parques,
que tus pies son muy pequeños,
que nunca tienes prisa por comprar el pan.

Imagina que te gustan las historias.

Imagina que quieres aprender a ser
quien eres,
que te llamas Elena
y que siempre te inventas las palabras.

Imagina que una tarde entras en una librería
y compras una guía de Guatemala.

Imagina la mitad de un elefante.

domingo, 15 de mayo de 2011

TEORIA DE UNA IMAGINACIÓN

Imagina que te alimentas de celulosa y suplementos dominicales.
Imagina que orinas aguardiente.
Imagina que puedes enfermar de lo que quieras,
que eres un titán, una criatura mítica,
un coloso devorador de helados y tortillas de espinacas.
Imagina que puedes divisar el océano desde cualquier tejado,
desde cualquier poste de teléfono,
incluso desde la profundidad sospechosa de las alcantarillas.
Imagina que tienes el poder
de cambiar el color de los semáforos,
que puedes atravesar atmósferas, cortar el aire.
Imagina que eres una diosa y te inventas otro Génesis,
que rescribes la Biblia desde tu ordenador.
Imagina que puedes volver a bautizar la realidad,
ponerle nuevos nombres a los teléfonos, a los destornilladores.
Imagina que señalas el mundo por primera vez
y te inventas el sabor de las baldosas del pasillo.
Imagina que puedes sentir el latido concreto
de todas las paredes sólo con posar la mano,
que oyes el rumor del universo al expandirse.

No sé si me explico, pero imagina que me entiendes,
que me lees el pensamiento por las noches y no dejas nunca de llorar.

Imagina que puedes introducirte por las gargantas de todos los desconocidos,
que tus pensamientos adquieren una densidad determinada,
como la madera de los violines.
Imagina que el hombre del telediario te da los buenos días cuando desayunas.
Imagina que nada está tan lejos.
Imagina todos los mundos posibles e imposibles antes de acostarte.
Imagina que vives en Madrid.
Imagina que tienes el poder de despertarte cada día con una carcajada.
Imagina que te tumbas en la hierba de los parques,
que tus pies son muy pequeños, que nunca tienes prisa por comprar el pan.
Imagina que te gustan las historias.
Imagina que quieres aprender a ser quien eres,
que te llamas Elena y que siempre te inventas las palabras.
Imagina que una tarde entras en una librería
y compras una guía de Guatemala.
Imagina la mitad de un elefante.


Nota: poema del libro ALGUIEN QUE SEA YO